Marketing Experiencial y la Pirámide de Maslow


La pirámide de necesidades de Maslow
Haber alcanzado esta “era de reconocimiento” no es una moda sino un paso tendencial en nuestra evolución social dentro de los niveles descritos por Maslow. Ascendemos por consecuencia de un progreso más que por un hecho aislado.
La pirámide de Maslow o jerarquía de las necesidades humanas está construida desde abajo hacia arriba, es decir no se puede pasar al siguiente nivel si es que primero no se ha satisfecho el inferior. Para llegar a niveles superiores debes cubrir primero los inferiores. Los diferentes objetivos que se persiguen en cada momento dependen de que meta se hayan cumplido y que quedan por conseguir según la pirámide de las necesidades.


Por ejemplo, no podemos estar pensando en divertirnos si es que aún no hemos satisfecho la necesidad de alimentación o vivienda. Así, consecutivamente, vamos cerrando las plataformas más bajas y ascendiendo en la pirámide. Para aspirar a las metas de autorrealización antes deben de haberse cumplido las necesidades anteriores como la alimentación, la seguridad, etc. Una vez cubierto un nivel, la persona siente la satisfacción y necesidad de moverse siguiente. Como explica la revista psicología y mente: “Abraham Maslow introdujo por primera vez el concepto de la jerarquía de necesidades en su artículo “A Theory of Human Motivation” en 1943 y en su libro “Motivation and Personality”. Más tarde, el hecho de que esta jerarquía soliese ser representada gráficamente en forma de pirámide hizo que el núcleo de la teoría pasase a ser conocido como pirámide de Maslow. Proponía una teoría según la cual existe una jerarquía de las necesidades humanas, y defendió que conforme se satisfacen las necesidades más básicas, los seres humanos desarrollamos necesidades y deseos más elevados.”  ¿Dónde estamos ahora? ¿Qué nivel nos corresponde en este momento como sociedad? ¿Estamos conscientes como directores de marketing que tenemos oportunidades nuevas si entendemos esta evolución? Veamos la secuencia histórica y en que parte de la pirámide nos encontramos parados.

Según Maslow, las personas buscan escalar a estos niveles cuando ya tienen cubiertos los inferiores. Es decir, no podemos estar buscando éxito o reconocimiento cuando nos falta la alimentación, protección de la vivienda o el aspecto social. La revista Eumed.com continúa explicando: “Las necesidades del ser humano están jerarquizadas y escalonadas de forma tal que cuando quedan cubiertas las necesidades de un orden es cuando se empiezan a sentir las necesidades del orden superior. Una vez que el individuo se siente físicamente seguro, empieza a buscar la aceptación social; quiere identificarse y compartir las aficiones de un grupo social y quiere que este grupo lo acepte como miembro. Cuando el individuo está integrado en grupos sociales empieza a sentir la necesidad de obtener prestigio, éxito, alabanza de los demás. Finalmente, los individuos que tienen cubiertos todos estos escalones, llegan a la culminación y desean sentir que están dando de sí todo lo que pueden, desean crear.”


Las necesidades fisiológicas y de seguridad.
En el siglo XIX nos encargamos de cubrir las necesidades fisiológicas principalmente mejorando las técnicas de agricultura, salud y control de plagas, lo que aseguró una base sólida para el crecimiento de la población mundial.  Esto sentó las bases del crecimiento de las grandes ciudades y de la población en general.


Luego en el siglo XX, las legislaciones, derechos humanos, construcciones y organizaciones gubernamentales ayudaron a cubrir las necesidades de “seguridad”. Las necesidades de seguridad, es sentir que nos movemos en un ambiente estable y que podemos organizar y estructurar nuestro medio. El ser humano tiene la necesidad de seguridad sólo si ha resuelto antes las necesidades fisiológicas. Haber logrado este nivel nos permitió escalar a uno nuevo de la pirámide que es el de las necesidades “sociales” (afecto, amistad e intimidad).

Las redes sociales completaron el nivel social.
Estas necesidades implican el sentido de pertenencia a un grupo, ya sean los amigos, las personas del trabajo o los centros de estudio. En este nivel “social” es donde la publicidad tradicional encontró a sus “consumidores”, en esos años de post guerra, televisión abierta y consumo masivo.  Este excelente terreno de cultivo, de la segunda mitad del siglo XX, estuvo lleno de nuevas oportunidades y necesidades. Así se crearon mensajes aspiracionales para hacerle creer a los “consumidores” que si usaban esa marca sería más fácil sociabilizar y ser aceptados por otros. Como explica la revista Eumed.com: “Las necesidades sociales se difunden por mecanismos sociales, principalmente por demostración e imitación, por lo que pueden ser creadas y, mediante técnicas publicitarias, puede provocarse que sean fuertemente sentidas por grandes masas de población.”


Luego entramos en el siglo XXI y la necesidad del nivel “social” fue completamente satisfecha por nuestro acceso irrestricto a las redes sociales. De esta manera, llegamos al nivel de “estima y reconocimiento” dentro de la explicación dada por Maslow (este nivel es el que nos interesa principalmente en el marketing experiencial como veremos en detalle más adelante).  Como explica Valeria Sabater: “Es en este punto de la jerarquía donde se contiene esa sutil armonía entre el auto-reconocimiento o la capacidad de sentirnos competentes con nosotros mismos con la importancia de que también los demás valoren lo que somos y hacemos. El reconocimiento es un tendón psíquico que nos valida con nuestros grupos de referencia y que, a su vez, nos dignifica como personas.” Hemos llenado la fase de sociabilización. No resulta extraño que si entramos a nuestro Facebook y observamos cuantos amigos “pendientes de aprobación” tenemos, encontraremos una larga lista en espera. No importando cual haya sido la razón de esto, por desconfianza, por temor, por no haberlo conocido personalmente antes o cualquier otra causa, lo que sucede en nuestro inconsciente es que sentimos que tenemos el control de sumar amigos en el momento que queramos. Esto psicológicamente nos coloca en una posición privilegiada frente a las anteriores generaciones que tenían que ganarse ese “amigo” uno a uno. Esta simple “lista de espera” impacta en nuestro inconsciente profundamente y nos hace saltar al siguiente nivel de la pirámide de Maslow: pasar de la necesidad de “aceptación” a la de “reconocimiento”.

Desde este ángulo de análisis también nos resulta fácil de entender porque las personas excluyen las cosas materiales de sus publicaciones en redes sociales y, por el contrario, prefieren colocar experiencias: viajes, logros profesionales, fiestas, reuniones, amigos, etc. La razón es simple. Lo material pertenece a niveles inferiores que ya se dan por satisfechos muchos niveles atrás. Mostrar eso ya no entrega una satisfacción adicional al emisor del mensaje y hasta puede hacerlo sentir que está retrocediendo en su evolución.

Estamos en la era del reconocimiento y la forma de llegar a obtenerlo es mediante experiencias personales. Las marcas que entiendan este importante cambio y nivel donde nos encontramos, serán las primeras en conquistar el corazón de su nueva legión de fanáticos e influenciadores de marca.

Aquí les alcanzo también algunos links a mis videos sobre este tema:


El Círculo Dorado de la Excelencia en Experiencia Cliente

Excelencia en Servicio al Cliente: La importancia del Nombre

Como vender más controlando el tunel de conversion del shopper - Anuor Aguilar

Marketing Experiencial: ¿Cómo comunicar nuestra marca en los tiempos de las redes sociales?

¿Cómo hacer una Planificación Estratégica Exitosa en 5 etapas?

Cómo Ganarle a la Competencia sin bajar los Precios - El Factor del Valor Diferencias

Puedes escribirme a mi correo: anuoraguilar@gmail.com

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