Marketing Experiencial y el Marketing Emocional


Te amo, te quiero, te escucho.
Cuando conectamos emocionalmente con las personas logramos que estén más abiertas a percibir nuestros mensajes. Las personas que nos quieren están más dispuestas a escucharnos, entendernos y comprendernos en comparación con las que nos desconocen o nos odian. De la misma manera que repelemos a un vendedor que se nos acerca de improviso en la calle, las personas lo hacen con las marcas que sólo quieren venderles algo. Nuestro cerebro instintivamente, por defensa, bloquea el ataque transaccional. Por el contrario, si ya estamos abiertos y confiados para recibir a alguien, nuestra probabilidad de vender, se incrementa.  Como Heidi Cohen comenta en su guía accionable de marketing: “El marketing experiencial hace que tu marca sea emocionalmente relevante. En el proceso de experimentar tu marca, tus shoppers potenciales se conectan emocionalmente con tus productos o servicios. Como resultado, ellos reciben más información de compra relacionada, que va más allá de una explicación de beneficios. La experiencia concentra en el lapso de tiempo entre el cero, primero y segundo momento de la verdad. Con el aumento del uso de los smartphones, los consumidores están más dispuestos y capaces de compartir sus experiencias.” De esta manera estamos más permeables para recibir a la marca y escuchar sus mensajes.

“Hagas lo que hagas, hazlo tan bien
 para que vuelvan y además
 traigan a sus amigos” 
Walt Disney

Tú eres el actor principal de la película.
Anteriormente, eran las marcas las que hablaban, reían y se promocionaban a través de sus modelos y celebridades. Cuando nos decían: “Tú eres el actor principal de tu propia película”, nos sonaba como una frase bonita pero lejana. “Yo no soy Brad Pitt”, pensábamos mientras seguíamos viendo la televisión. Sin embargo, ahora las cosas cambiaron y somos nosotros quienes hacemos las cosas, sentimos, actuamos y decidimos. Esa frase, ahora nos parece más real y más cuando vemos nuestro Instagram, Facebook, YouTube o LinkedIn. “¡Yo sí soy el actor principal de mi propia película! Si no me creen, miren mis redes sociales. Ahí están mis amigos, mis seguidores, mis fanáticos, mis likes y mis comentarios. Todas las cosas giran a mi rededor. Yo soy el centro de todo lo que sucede en ese lugar.” En este sentido, somos las egocéntricos, es decir que nos hemos convertido en el centro de nuestro propio mundo.

Este concepto, aunque parezca superficial, no lo es tanto cuando vemos que es el inconsciente colectivo que se mueve en esta dirección reforzándose unos a otros. Aunque nos parezca extraño hoy, el mundo de nuestros abuelos giraba en torno al de la princesa Diana o a John Wayne. El núcleo estaba fuera de su centro.  Por eso buscábamos modelos a los cuales seguir. Ahora somos nosotros los que experimentamos a través de las marcas y no aferrados a modelos externos. Somos más “nosotros” y necesitamos ser menos “ellos”. Esto es mejor para todos, incluyendo las marcas. Cuando las personas interactúan con los productos generan un vínculo emocional que permite un recuerdo y una relación a largo plazo a través de una experiencia. Las cosas mal hechas corren como pólvora rápidamente por las redes, mientras que las buenas tienen que ser extraordinarias para ser comentadas en la red. Como decía Walt Disney: “Hagas lo que hagas, hazlo tan bien para que vuelvan y además traigan a sus amigos”. De esta manera, las marcas deben de actuar de forma sobresaliente, considerando a las personas como el centro de la experiencia, para crear una demanda constante hacia sus productos.

“Marketing Experiencial es lograr que otros nos hagan publicidad compartiendo sus experiencias, emociones y sentimientos hacia nuestra marca.”


Cada contacto con la marca significa experimentar, actuar y sentir. Al hacer que “los otros hagan”, las marcas pasan el protagonismo a las personas permitiendo que ellas sean las que participen, vivan y experimenten, para luego compartir atrayendo a más de sus amigos hacia nuestro negocio. Así como lo explica Max Lenderman en su libro “La revolución de las marcas”, donde resume estos principios en cinco puntos básicos: a) Un beneficio claro para el consumidor, b) Comunicación personal, c) Involucrar de forma memorable, d) El consumidor al centro, e) Empoderamiento total.”  Marketing Experiencial es lograr que otros nos hagan publicidad compartiendo sus experiencias, emociones y sentimientos hacia nuestra marca. Por eso, esta metodología va tomando cada vez más relevancia ya que cubre muchos de los procesos del marketing total, como, por ejemplo: construcción de marca (branding), servicio al cliente, call centers, , gestión de ventas, etc.  Marketing Experiencial pone a la persona en el centro de la actividad y conecta emocionalmente a través de una relación individual y cercana con cada uno de ellos. Una marca que desee convertir a sus clientes en fanáticos deberá de aplicar los principios del marketing experiencial para lograrlo.

Aquí les alcanzo también algunos links a mis videos sobre este tema:


El Círculo Dorado de la Excelencia en Experiencia Cliente

Excelencia en Servicio al Cliente: La importancia del Nombre

Como vender más controlando el tunel de conversion del shopper - Anuor Aguilar

Marketing Experiencial: ¿Cómo comunicar nuestra marca en los tiempos de las redes sociales?

¿Cómo hacer una Planificación Estratégica Exitosa en 5 etapas?

Cómo Ganarle a la Competencia sin bajar los Precios - El Factor del Valor Diferencias

Puedes escribirme a mi correo: anuoraguilar@gmail.com

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