Shopper Marketing: ¿Qué es la zona de transición?
Pongámonos
en los zapatos del shopper y ubiquémonos en el momento cuando bajamos del auto,
tomamos el bolso, caminamos hacia la tienda y repasamos mentalmente todo lo que
debemos de comprar. Este es el momento de enamorar al shopper.
La
mente está recordando en esta vía y algunas personas ya tienen una lista de compras
que van repasando. Siguen andando por el estacionamiento y van apuntando lo que
creen que les hacen falta. Arriba de ellos aparece un letrero informando la
oferta de leche en caja y el shopper recuerda que es lo que le faltaba. Apunta:
cuatro cajas de leche.
La
zona de transición es todo el espacio que tenemos para comunicarnos con el
shopper desde el estacionamiento del auto hasta el lugar donde toma su carrito
de compras. Las alternativas para hablarle son diversas: es el estacionamiento,
la entrada al tienda, el lobby de ingreso, el pasadizo antes de llegar a caja,
la zona de recojo de los coches de compra, etc.
Toda información que alcancemos de forma inteligente al shopper en esta
zona aumentará nuestra probabilidad de venta cuando lleguemos al punto de
decisión.
¿Qué
debemos de hacer como marketeros en esta
zona de transición? El shopper está
transitando mentalmente y físicamente por lo que nuestro mensaje debe de ser
útil y directo. No hay mucho tiempo para muchas palabras o mensajes confusos. Lo
que hace es transitar hacia la zona de experiencia de compra. El shopper lo
sabe y tiene un objetivo único: llegar a la zona de destino en la tienda,
comprar y regresar a casa.
En
la zona de transición el shopper aún no está haciendo una decisión de compra.
Lo que hace en esta zona es una revisión mental o escrita de lo que va a
comprar. Esto también sucede de forma consciente
o inconsciente. Por ejemplo, quien va a hacer una fiesta en su casa tiene una
lista aproximada de lo que va a necesitar. Sin embargo, toda ayuda sirve: ¿Has
probado lo delicioso que queda Schweppes con la preparación de tus bebidas?, un
letrero le recuerda. Justo lo que me
faltaba para un noche de cocteles. Otro ejemplo, es el pintado de los
estacionamientos de KitKat: “Have a break, Have a KitKat”. Justo antes de
entrar a la tienda.
Es
importante marcar la diferencia entre susurrar e interrumpir. Un buen marketero
susurra y seduce. Un mal marketero interrumpe y tropieza en el camino del shopper.
Tenemos una gran oportunidad y la posibilidad de lograr un gran reconocimiento,
recordación y estímulo antes que llegue a la zona de juego. Aprovechemos bien
esta oportunidad. Es nuestra posibilidad única para sembrar la semilla en el
camino a la compra.
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