La Actitud Mangosta: El marketing del tercer puesto
Video: La actitud de la Mangosta
En marketing se habla de
los líderes que marcan la pauta del mercado, los segundos que lo retan y de
los terceros que sobreviven. ¿Es cierto esto? En algunas categorías si lo es,
en muchas no necesariamente. El tamaño de la empresa está en la cabeza del marketero y no en el volumen vendido.
No hay empresas pequeñas,
hay marketeros pequeños. Una mangosta se
enfrenta a una cobra que podría acabar con el mamífero en segundos. Lo enfrenta
directamente. Lo reta y lo esquiva. Sus reflejos son más rápidos y determinados que el bien
dotado arsenal de su enemigo. La cobra se sorprende por la velocidad y
determinación de la mangosta. Finalmente es vencida.
El talón de Aquiles de las grandes empresas es su incapacidad de moverse rápido, ver y estar en todas partes. Por más agilidad que tengan les es imposible cuidar todos sus flancos. Dentro de un frasco de vidrio las esferas grandes siempre dejan espacio para las más pequeñas. Si conoces a tu Shopper y Consumidor puedes atacarlo de las formas que nunca se imaginará. El gigante cae si es mareado.
CUENTO Y MORALEJA:
Un cachorro, perdido en
la selva, vio un tigre corriendo en su dirección. Comenzó entonces a pensar
rápido, para ver si se le ocurría alguna idea que le salvase del tigre.
Entonces vio unos huesos en el suelo y comenzó a morderlos.
Cuando el tigre estaba
casi para atacarle, el cachorro dijo en voz alta:
- ¡Ah, este tigre que
acabo de comer estaba delicioso!
El tigre, entonces, paró
bruscamente y, muerto de miedo, dio media vuelta y huyó despavorido mientras
pensaba para sí:
- ¡Menudo cachorro feroz!
¡Por poco me come a mí también!
Un mono que había visto
todo, fue detrás del tigre y le contó cómo había sido engañado por el cachorro.
El tigre se puso furioso y dijo:
- ¡Maldito cachorro!
¡Ahora me la vas a pagar!
El cachorro, entonces,
vio que el tigre se aproximaba rápidamente por él, con el mono sentado encima,
y pensó:
- ¡Ah, mono traidor! ¿Y qué
hago ahora?
Comenzó a pensar y de
repente se le ocurrió una idea: se puso de espaldas al tigre y cuando éste
llegó y estaba preparado para darle el primer zarpazo, el cachorro dijo en voz
alta:
- ¡Será perezoso el mono!
¡Hace una hora que le mandé para que me trajese otro tigre y todavía no ha
vuelto!
MORALEJA: Siempre el
pequeño tiene la oportunidad de vencer con astucia al grande.
Recuerdo una vez cuando trabajábamos
una marca de bajo presupuesto. El punto de ataque era en una ciudad pequeña
donde estaba la oficina central del competidor. Estábamos atacando el corazón
del competidor. Teníamos dinero para dos carteles ¿Cómo atacamos? Pusimos un
letrero frente a la oficina del gerente general y el otro frente a su casa. De
esta manera, cada mañana cuando se levantaba, el gerente general veía nuestro
letrero frente a su casa. Al medio día cada vez que salió por la ventana de su
oficina, veía nuestro segundo letrero. Al tercer mes nuestro competidor
despidió a su gerente de marketing. Debilitamos su estructura de marketing lo
que permitió a nuestra fuerza de ventas tomar posición en los puntos de ventas
mientras se recomponían estratégicamente. Ganamos dos puntos de Market share
con una estrategia de bajo costo.
"La debilidad del grande reside en su propio tamaño."
"Atacando en
diversos sectores" En el mercado de consumo masivo un competidor mediano
puede atacar al líder en las ciudades medianas o pequeñas y salir luego del
lugar. "Ataca y desaparece" Existen muchos lugares que por su tamaño
no son medidos por los estudios de mercado de forma regular. Por esto, cuando
la información haya llegado al líder e implemente el plan de contraataque, ya
las actividades promocionales del "segundo" habrán sido movidas a
otra ciudad. Velocidad y contundencia en el ataque es la clave de esta
estrategia de guerrillas.
"Una guerrilla nunca
ataca de frente." Ceder a esta tentación es mortal para el producto. Una
estrategia de guerrillas se da porque el mercado y la posición relativa de la
empresa así lo exigen y no porque es sólo un deseo. Sólo atacas de frente cuando tienes de 3 a 5 veces
más poder que tu oponente. Si tienes menos poder es mejor rodear a tu oponente,
marearlo y hostigarlo. Siempre hay lugar para un contendor pequeño más y tendrá
todo el espacio del mundo hasta donde no sea visto.
Con este tipo de presión
se busca debilitar al enemigo moviéndose de forma desapercibida hasta que se
tiene el momento preciso para atacar. Nunca debe de saberse donde será el siguiente movimiento de una
guerrilla. Una guerrilla debe de ser impredecible. Una serie de ataques de
hostigamiento bien ejecutados debilitan las posiciones de nuestro competidor. Al
igual que la mangosta, la velocidad y ser impredecible son los factores de
éxito.
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