Liderazgo: El potencial del equipo
“El potencial del equipo se libera cuando se armoniza y crea una melodía
al actuar. La música se escucha en cada una de sus acciones.”
Una pieza importante y parte de un
espartano era su escudo o “aspis”. Esta pieza junto con su lanza era el arma
más importante de la panoplia. Su peso rodaba los siete kilos y era de forma
redonda de un diámetro de un metro. El agarre era especial ya que permitía al
hoplita pasar el antebrazo izquierdo por una abrazadera de bronce en la parte
interna y la mano empuñada una cuerda de cuerdo. De esta manera el aspis
quedada sujeto al brazo y al cuerpo del guerrero.
Debido a la forma circular de esta
arma cubría muy bien un lado del hombre y pareciese que se desaprovechase unos
cuarenta centímetros del lado izquierdo del escudo ya que sobresalía por ese
lado del cuerpo. La razón era la forma en que estaba estructurado el ataque del
equipo espartano: en agrupaciones cerradas.
La mitad izquierda del escudo protege a la parte derecha del compañero
de formación. Plutarco hace referencia a la diferencia entre el casco del
guerrero y su escudo: “Los hoplitas usan
su casco para cubrirse ellos mismos, mientras que se toma el escudo para la
protección común de toda la línea” (Plutarco. Moralia. Dichos destacados de
los espartanos. De Demarato).
El entrenamiento espartano busca la
integración perfecta de la comunidad de “los iguales”. La formación de ataque y
defensa espartana refleja el mismo principio de equipo: uno es tan fuerte como
lo es el equipo o tan débil como lo es uno de sus integrantes. Cada guerrero no
es nada en sí mismo. Cada espartano es responsable de la seguridad de todos y
está consiente que una debilidad individual pone en peligro a la agrupación
entera.
El potencial del equipo está centrado
en la sincronización de sus partes. La armonía de pensamiento y objetivos
comunes otorgan una fuerza superior.
El ejecutivo espartano trasmite las
señales correctas para que los individuos se conviertan en colectivo. Sin
señales correctas no hay equipo. Muchas señales son como pocas señales.
Pocas señales son mejores que muchas señales inconsistentes. Un líder unifica a
su equipo mediante señales. Los mensajes son importantes.
La comunicación es indispensable. No
hay equipo sin comunicación desde el líder hacia el equipo. La comunicación
dentro del equipo siempre debe de estar alineada con la de líder. Una
comunicación no alineada causará caos y confusión. Caos y confusión debilita al
equipo.
El líder está atento a la
comunicación y trabaja constantemente en ella. Sabe que es una pieza
fundamental en la dirección y potencia que tomarán. La comunicación amalgama al
equipo y libera su potencial.
En las antiguas guerras los tambores junto con los pífanos (pequeñas
flautas agudas) eran vitales para aseguran el movimiento sincronizado de las
tropas. Estos eran repartidos proporcionalmente a lo largo de las líneas de
modo que el sonido alcanzaba a ser escuchado hasta el último soldado. Las
banderas hacían una segunda función de comunicación durante la batalla indicando
la necesidad de atacar, esperar o replegarse. Sin comunicación sobreviene el
caos.
Un grupo es un número de persona
actuando juntas. Un equipo es una unidad conformada por personas actuando
sincronizadamente. Actuar con sincronía es moverse armónicamente como una
buena melodía. El resultado de un equipo siempre será mejor que el resultado de
un grupo. El resultado de un grupo siempre será igual o menor que su suma de los
esfuerzos. El resultado de un equipo siempre será igual o mayor que la suma de
sus esfuerzos.
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