La perseverancia es la virtud por la cual todas las otras virtudes dan su fruto
“La perseverancia es la virtud por la
cual todas las otras virtudes dan su fruto”.
(Alfredo Graf)
La perseverancia es la competencia
de poder seguir adelante a pesar de encontrar obstáculos en el camino o no
haber podido llegar al objetivo en primera instancia. La perseverancia es buena
para alcanzar metas difíciles ya que es usual no llegar a ellas en el primer
intento.
El 29 de mayo de 1953 fue la
primera vez que se llegó a la cima del monte Everest. Sin embargo, la primera
vez que se intentó subir a la montaña fue en 1936, con la expedición de E.
Shipton, en 1951 las expediciones francesas y en 1951 las suizas entre otras.
La perseverancia del ser humano hizo posible que en 1953 Tenzing Norgay y
Edmund Hillary llegaran por primera vez a los 8,848 metros sobre el nivel del
mar. Esa altura no había sido alcanzada por ningún ser humano hasta ese
momento.
Persevera cinco veces pero no
diez. Siempre hay una frontera vaga con la obstinación. La obsesión es el
mantenimiento excesivo de una idea, acción u opinión. La obsesión es el
fantasma de la perseverancia. El ejecutivo espartano está consiente que debe de
llevar a su equipo al borde de la perseverancia sin sobrepasar la frontera de
la obstinación. Saber retroceder es tan necesario como saber perseverar. Un
buen líder sabe detectar el momento de retroceder tanto como saber cuándo
avanzar.
Perseverancia es convertir cada piedra en el camino en un soporte más
para crecer. En lugar de ceder, insisten. En lugar de retroceder, prevalecen.
No hay
persona que haya sido forjado en un día ni que se haya convertido en algo en
dos. Todo líder tiene un ciclo de crecimiento lleno de avances y retrocesos. Lo
fácil se hace rápido. Lo difícil toma un poco más de tiempo. Lo imposible tarda
un poco más. Perseverancia es el impulso interno que hace llegar hasta el final
del camino a pesar de los obstáculos.
Si conoces el límite entre la perseverancia y la
obstinación intentas tantas veces hasta lograrlo. Si no conoces el límite
intentarás tantas veces hasta debilitarte. Sólo quien conoce sus límites avanza
con perseverancia. Sólo quien no conoce sus límites avanza con obstinación.
Conócete internamente antes de desplegarte externamente. El comienzo está en el
conocimiento interno tanto como la fuerza en el equilibrio interno. Nada es
externo sin lo interno. Todo lo externo, es interno.
Comentarios
Publicar un comentario
Todo comentario es bienvenido. Síguenos en:
https://twitter.com/anuoraguilar y https://www.facebook.com/anuoraguilarr/
https://www.instagram.com/anuoraguilar/