La actitud positiva convierte cada piedra con la que tropieza en los cimientos de su nueva construcción.
ACTITUD Y PERSEVERANCIA
“Hacer que los soldados luchen permitiendo que la fuerza del
ímpetu haga su trabajo es como hacer rodar rocas. Por lo tanto, cuando se
conduce a los hombres a la batalla con astucia, el impulso es como rocas
redondas que se precipitan montaña abajo: ésta es la fuerza que produce la
victoria.”
(Sun Tzu)
La actitud es el motor del ímpetu. El entrenamiento
o capacitación no entrega actitud aunque si aptitud. La aptitud llega de
afuera, la actitud parte desde dentro. Es posible motivar y crear actitud, pero
debe siempre partir de adentro. El motor del ímpetu es un motor interno.
El ejecutivo espartano comprende que la actitud es
el cincuenta por ciento de la solución y por eso trabaja en el convencimiento
interno tanto como el entrenamiento externo. Aptitud sin actitud no es nada.
Para alcanzar el éxito, una debe de ir de la mano de la otra, necesariamente.
La actitud positiva convierte cada piedra con la
que tropieza en los cimientos de su nueva construcción. Un buen líder sabe que la
victoria no aparece si las caídas no son transformadas en experiencias y los
errores en nuevos conocimientos. Siempre acepta cada caída como una etapa
natural hacia su éxito.
La palabra “actitud” proviene del latín actitūdo
que significa “estar firme”, “ponerse firme”, “estar en frente de”, es decir la
manera en que enfrentamos lo que viene hacia nosotros. La actitud es la forma en
que nos paramos, miramos y estamos dispuestos a enfrentar a lo que viene.
Hay dos personas: Una abre la puerta
y se lamenta porque afuera hay viento y se demora en tomar la decisión de salir
e ir a trabajar. Queda pensando y se lamenta de ese día. La segunda da un salto
hacia la calle estira los brazos al viento y con una sonrisa sincera siente la
brisa en su rostro. Agradece por tener la posibilidad de sentirlo y es feliz
por esto. La actitud cambia la realidad. Porque la realidad es percepción y
nuestra percepción es nuestra única realidad.
La actitud es la forma en que una persona actúa frente a lo que está
llegando o está por llegar. ¡Este va a ser un día excelente! Esa es una actitud
positiva. “Me encanta este día lluvioso”, y si uno sale a caminar bajo la
lluvia. Hemos convertido la realidad en algo bueno y agradable. Cualquier cosa
que veamos con una actitud positiva, va a ser una realidad positiva. Está en
nuestras manos convertir la percepción en realidad.
Tenemos la capacidad de cambiar todo lo que deseamos ya que nuestra
realidad somos nosotros. Si nuestra forma de enfrentar cada día es positiva,
nuestra realidad será positiva. Si nuestra actitud es negativa, será negativa,
ya que la forma en que deseemos percibir nuestro mundo está en nuestro poder.
Todo lo que deseamos se hará realidad. “Somos lo que deseamos ser,
porque todo deseo es nuestra realidad.” Actitud positiva es levantarse de buen
ánimo, ducharse cantando, saludar con efusión, llamar a un amigo, ser cordial
con el vendedor ambulante, sentirnos bien por respirar, por estar aquí, por
sentir. Tener todas estas sensaciones está sólo en nuestras manos y depende
sólo de nuestra decisión.
Cuando un
ejército tiene la fuerza del ímpetu (percepción), incluso el tímido se vuelve
valiente; cuando pierde la fuerza del ímpetu, incluso el valiente se convierte
en tímido. Nada está fijado en las leyes de la guerra: éstas se desarrollan
sobre la base del ímpetu.
(Sun Tzu)
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