Lo Urgente Versus Lo Importante
En épocas de planificación
el tiempo está de nuestro lado. Lo importante surge de forma espontánea y
lo planificado se sobrepone a lo improvisado de forma natural.
En épocas de urgencias
sucede lo contrario. Lo espontáneo se sobrepone a lo planificado. La urgencia se
sobrepone a lo importante de forma natural.
Un buen líder mantiene el
equilibrio en sus decisiones y las mantiene así tanto en bonanza como en
carencia.
“Ser
rápido, no quiere decir ser apurado.”
En épocas de tranquilidad
el orden es lo buscado. La estrategia supera por naturaleza a la simple acción
por reacción.
En épocas de urgencias la
reacción reina sobre la planificación. El desorden tiende a reinar sobre la
planificación y la estrategia.
En épocas de tranquilidad, lo importante es primero que lo urgente.
En épocas difíciles, lo
urgente nunca debe devorar a lo importante.
Lo urgente salvará el
momento. Lo importante nos asegurará una eternidad.
Un buen líder mantiene el
equilibrio mental y energético de su equipo nivelando lo urgente con lo
importante.
"Sentido
de urgencia no quiere decir sentido de desesperación
Hacerlo bien a la primera
evita desgastes. Los gastos innecesarios son energía desperdiciada. Muchas
acciones no quieren decir buenas acciones. Poca energía bien usada es mejor que
mucha energía mal gastada. Energía es igual a presupuesto. Energía es igual a esfuerzo de nuestro equipo. La energía se desperdicia errando en el
camino de las reacciones. La energía se gasta cuando lo urgente se come a
todo lo importante. Un buen líder es el administrador de la energía de su
equipo.
"Accionar
en tiempo es mejor que reaccionar rápido
con un minuto de retraso."
La preparación en bonanza es
tan prioritaria como la acción rápida en tiempos difíciles. Moverse rápido es
adelantarse a los hechos y no solo reaccionar ante ellos. Reaccionar rápido ya
es lento cuando la necesidad ha surgido.
“Llegar primero no implica ser más
veloz sino haber partido antes.”
Capacidad de predicción es
anticipación. Adelantarse es darle tiempo al análisis y restarle necesidad a la
reacción. El tiempo y los eventos están en constante movimiento. Nada es
estable todo es cambiante. Un buen líder desarrolla en su equipo la habilidad de ver el futuro,
ajustarlo a sus necesidades y adelantarse a los sucesos.
“Lo único que no cambia es el
mismo cambio.”
Lo que ahora hacemos bien puede
no serlo mañana. Todo cambia, nada es estático.
Todo evento tiene una
causa. Todo evento tiene una secuencia. Todo tiene una consecuencia. Por lo tanto, todo evento es
previsible. La previsión es el ingrediente esencial de la estrategia.
La estrategia correcta no consiste en cambiar situaciones sino adelantarse a ellas. Él éxito es utilizar este cambio a nuestro favor.
Todo cambia y ahí radica
la necesidad predictiva. Prever el mañana es responsabilidad del líder.
Adelantarse al cambio es responsabilidad de todo el equipo. Creer en esta necesidad ya es el primer paso
para estar adelante.
Un buen líder enseña a su equipo a anticiparse
en movimiento.
“Un movimiento anticipado es
mejor que siete movimientos rápidos.”
Hacerlo antes es una
ventaja competitiva. Hacerlo después siempre es una desventaja. Quien le da con
el martillo a un clavo es porque pudo anticipar la ubicación del mismo. La realidad
es más cambiante que un clavo en la madera. La realidad es movimiento. Darle a
la realidad con el martillo de la acción no es fácil. La habilidad de
anticipación es primordial en el éxito de una estrategia. La anticipación reduce la necesidad de
urgencias y aumenta la capacidad de mover nuestras piezas importantes.
“Hacer
una cosa bien, es mejor que hacer muchas a medias.”
El Tiempo es un recurso.
Pocas cosas bien hechas son mejores que muchas mal hechas.
El Dinero es un recurso. Pocas buenas
adquisiciones son mejores que muchas malas inversiones.
Las Personas son un recurso. Poco
esfuerzo bien enfocado es mejor que muchas ganas mal dirigidas. Utilicemos de forma
racional la energía de nuestro equipo de la misma manera que utilizamos el nuestro.
Poco es mucho si se hace
bien. Mucho es poco si se hace mal.
En lo concreto está a
veces lo infinito. Una sola bala da en el blanco si la dispara un buen tirador.
Todo un arsenal es mal gastado por quien no sabe a dónde apuntar.
“Sé rápido, pero no te apures.”
Velocidad
no es sinónimo de desesperación. Desesperación es sinónimo de desgaste.
Desgaste es mal uso de energía. Mal uso de energía es usar recursos sin
alcanzar resultados.
El
uso adecuado de la energía en épocas de crisis es señal de éxito. El uso
desmedido y sin sentido es señal de fracaso. Como el hombre perdido en el
desierto sobrevive al hacer buen uso del
agua que tiene , un buen líder en épocas de crisis tiene éxito al hacer buen
uso de los escasos recursos con que dispone. Correr sin sentido nos desgasta. Ir
rápido no es lo mismo que ir apurado. Desesperado es sinónimo de desorden.
Enfocado es sinónimo de eficiencia.
Todo
es un sistema integrado que nivela energías en época de bonanza y las
administra en momentos de urgencias. Un buen líder estabiliza al equipo, lo
mantiene enfocado y evita desgastes de tiempo y recursos. “Hacerlo bien a la
primera” es más necesario al salir de un hoyo que cuando se
tiene que construir sobre él.
En
épocas de urgencias mantener la calma y el equilibrio es necesario tanto como
en épocas de bonanza administrar la euforia.
Un
buen líder conoce el equilibrio y lo utiliza a su favor.
Yo creo que hay situacion en que mas hay que estar del lado de lo urgente... mucho lo salva a uno tener "sentido de urgencia" y hacer que el equipo tenga lo mismo.. en algunas situaciones lo importante puede esperar... ¿que opine?
ResponderEliminarHay situaciones donde lo urgente es primero.. caso de un incendio.. pero otras donde lo importante debe darse paso.. por ejemplo: la prevención de los incendios... el buen líder logra darse tiempo para ambas sabiendo donde priorizar cada uno en cada ocasión.
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