Del Smog Data al Smart data


“Visto de forma individual, los datos en su mayoría son inofensivos. Pero en su conjunto proporcionan un perfil, hábitos de la persona, y de hecho de su vida.”
Malte Spitz

Navegamos en un mar de datos que sin la brújula correcta se convierte en un laberinto de números indigeribles. Cada vez hay más datos, cada vez son más las herramientas para procesarlos. Todo esto es una oportunidad. Pero, ¿cómo aprovechar estas oportunidades antes que nuestros competidores? ¿Cuál es la tecnología correcta para poder convertir la data en información? Los datos sirven tanto como la basura si no somos capaces de convertirlos en información útil y accionable. Los datos desordenados pueden ser más tóxicos que el propio veneno sino tenemos la tecnología correcta para procesarlos y convertirlo en alimento competitivo. Aquí comienza la gran pregunta de cómo convertir el big data en smart data.


“Cada post que compartes, cada amigo que haces y cada link que sigues es convertido en data.”
Hay tres tipos de datos: 1) El smog data 2) El big data 3) El smart data.

1) El smog data.-
Estos son los datos dañinos, aquellos que nos distraen con la ilusión etérea de agregar valor. Estos datos no sólo llenan la memoria de los ordenadores sino convierten en inútiles muchas horas de los ejecutivos  generando presupuestos adicionales para comprar más información.
Son muchos los datos pero no todos los buenos. Los datos se acumulan y sólo sirven para confundir al momento de tomar decisiones. Al no estar correctamente ordenados generan mucho tiempo manual en procesarlos para sacarle algo de valor. En general, contaminan el ambiente y sería mejor no tenerlos en la empresa.
El problema reside en que los gerentes piensan que muchos de estos datos son efectivos y por eso los acumulan, guardan y pasan horas tratando de descifrarlos. Piensan que van a extraer oro del ladrillo.
¿Podemos manejar toda esta data que recibimos? ¿Aporta valor o sólo es contaminación en la gestión comercial?  Si acumulamos mucho CO2 sólo evitamos respirar mejor. Mucho smog en el aire sólo nos impide ver mejor. La contaminación numérica no ayuda a una respiración saludable que es la que  genera eficiencia. En muchas empresas hay acumuladores compulsivos de data pensando que es información valiosa para la empresa. Es mejor poca información que mucha data.

2) El big data.-
Está compuesto por muchos datos convertidos en información. El big data se trata de la administración, tratamiento y análisis de grandes repositorios de datos que sin las herramientas analíticas adecuadas sería imposible de convertirlas en información útil. Aquí entran en función dos variables: a) la posibilidad de contar con mayor data y b) la posibilidad tecnológica de convertir esta data en información, automática y accionable. Todo genera data, cada movimiento que hacemos, cada compra, cada celular que encendemos, cada página que visitamos, cada compra que realizamos. Todos dejamos una huella en alguna parte y este rastro es de alguna manera “administrable”.
Ahora los datos se generan de una manera muy rápida. Mucha información viene del social media, aplicaciones o dispositivos que usamos. Un celular que estamos llevando con el GPS encendido ya está generando data. Tweets son data, conversaciones son data, etc. Somos prosumidores generadores de data. ¿Cómo se procesa todo esto? ¿Alguien es capaz de procesar toda esta información?  
Hoy si es posible ya que hay programas especializados para esta función que permiten la administración y ordenamiento de estos datos. De eso se trata del big data es muchos datos convertidos en información ordenada.
Ahora somos rastreables y nuestra huella va dejando un rastro con cada movimiento que hacemos o cada respiro que damos. Como dice la canción de Sting: “Every single day, Every word you say, Every game you play, Every night you stay, I'll be watching you.” Y  de la misma manera que el big brother, el big data es capaz de seguirte en cada paso que estés dando hoy.

3) El smart data.-
El smart data no se refiere al volumen administrado sino al uso que le damos. Smart data es saber diferenciar lo que nos aporta valor como ventaja competitiva de lo que sólo es información bien administrada.
Antes era muy costoso convertir la data en información pero llegando inclusive en tiempo real es hora que los estrategas la conviertan en estrategias accionables. El smart data se refiere a la capacidad de convertir el big data en una ventaja competitiva para nuestra marca. Como comenta Sharma, vicepresidente global de Internet de las Cosas de SAP “Quizá lo más importante del procesamiento de información es la calidad de los datos. Debe haber una inteligencia. Uno de los componentes clave de la economía conectada es que no necesariamente hay que almacenar todo ni monitorear permanentemente. No hay una medida que se ajuste a todos. El monitoreo inteligente se convertirá en la piedra angular de la economía conectada y el IOT. Más que big data necesitamos smart data.”
Andreas Weigend,  primer director científico de Amazon,  nos comparte sus cuatro reglas para una información eficiente:
1.- Siempre hay que comenzar con las preguntas correctas, no con datos.
2.- Hay que enfocarse en las decisiones y acciones. Diseñar para recibir retroalimentación es algo que no hay que olvidar.
3.- Basar la información en métricas relevantes para el cliente.
4.- Aceptar y practicar la transparencia. Ésta es la nueva privacidad.

¿Cómo podemos diferenciarnos de nuestros competidores con respecto al uso de la información que tenemos? Todos tienen ahora la tecnología para convertir los datos en información y la diferencia estará en la forma que usamos esta información frente a nuestros competidores.

“Encontrar valor en los datos es más un proceso de cultivar que un proceso de extraer o refinar.”
Jer Thorp







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