El tren del cambio y la velocidad relativa

El día de ayer me preguntaron sobre lo que pensaba de los continuos cambios que hay en el mundo y como debíamos de reaccionar como ejecutivos y como empresa antes estos.

Luego de intercambiar algunas ideas llegamos a la conclusión que no habían cambios. ¿No hay cambios? ¡Pero si están por todas partes! Esa fue la exclamación.

Todo es cuestión de perspectiva, de punto de vista y de velocidad relativa. Ahora les explico por qué.


Cuando uno le pregunta a una persona mayor en edad si es que hay cambios en el mundo, está te dirá que “todo cambia tan rápido que ya no comprende lo que pasa.” Cuando uno le pregunta lo mismo a una persona de edad media, esta te responderá que, efectivamente “todo está cambiando y que se requiere un esfuerzo adicional para estar al día.” Sin embargo, cuando uno le pregunta a un niño, esté se asombrará de la pregunta y dirá: Yo no veo ningún cambio. ¿Por qué lo preguntas?

Aquí viene el efecto del tren y la velocidad relativa. Cuando uno viaja dentro del tren a la misma velocidad, todo parece inmóvil dentro del vagón. Sin embargo, para alguien que está fuera ese tren, parado al costado la locomotora, pasa a cientos de kilómetros por hora. Todo es cuestión de perspectiva, punto de vista y velocidad relativa.

El movimiento es la constante. La pregunta no es si está cambiando sino hacia donde cambia. Adelantarse al cambio es ventaja. No adelantarse al cambio es desventaja. No cambiar es perecer. Todo cambia.

Un nano segundo es la millonésima parte de un segundo. Un nanosegundo es lo que tarda la luz en recorrer aproximadamente en 30 cm. y es lo que tarda un ciclo de reloj de un procesador de 1 GHz. Este tiempo es tan pequeño que es incomprensible en la vida diaria e impensable en la edad media. Todo cambia excepto el mismo cambio y la velocidad aumenta según la perspectiva en donde nos encontremos.

Cuando vamos a 100 kilómetros por hora, todo lo que vaya debajo de esa velocidad será más lento. Todo lo que vaya por encima de 100 será más rápido. Si vamos en la vida más lento que los cambios, todos nos parecerá que cambia velozmente. Si somos los que promovemos los cambios es posible que hasta nos parezca muy lento todo y que no hay cambios suficientes. Es el tren del cambio en el cual no sólo debemos de estar sino de ser la locomotora y catalizador del movimiento y dirección.

Todo es cuestión de perspectiva, punto de vista y velocidad relativa.


"Hay tres grupos de personas: los que hacen que las cosas pasen; los que miran las cosas pasar y los que se preguntan qué diablos pasó." - (Nicholas Murray Butler)

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