Siempre nos sobrará algo cuando no queramos nada. Siempre nos faltará algo cuando deseemos todo.

“Esperar a que la vida te trate bien porque eres una buena persona, es como esperar que un tigre no te ataque porque seas vegetariano.”
(Bruce Lee)

Sísifo era un joven griego amante de la vida que engañó a los dioses para escapar de los infiernos. Estos al darse cuenta se enojaron y Zeus condenó al joven muchacho a empujar una gran piedra cuesta arriba de una empinada montaña. La roca cada vez se hacía más pesada hasta que le resultaba muy difícil seguir adelante. El centro del castigo estaba en que al estar a punto de llegar a la cima la piedra se le escaba de las manos y rodaba hasta abajo teniendo que comenzar su trabajo nuevamente. De esta manera el castigo dado por los dioses sería eterno.
 
Los problemas no son eternos como el castigo de Sísifo pero si recurrentes. No es posible pensar en un mundo exento de problemas. Las dificultades llegan en algún momento y es mejor estar preparado para ellas.  En las adversidades despertamos  a nuestras cualidades que en condiciones serenas hubiesen permanecido dormidas.

Hay muchas formas de hacerlo pero son tres las más importantes:
a)     Ahorro de fuerzas (estar sano físicamente).
b)    Ahorro de conocimiento (estar sano en sabiduría).
c)     Ahorro de dinero (estar sano financieramente).

Lograr equilibrar en estas tres dimensiones en épocas de tranquilidad nos dará la serenidad para salir del hoyo cuando llegue el momento. Prepararse en el ahorro es potenciar la actitud cuando llegue el momento. Cuando estemos frente al problema nuestra actitud se aferrará a nuestro ahorro como las raíces de un árbol lo aferran a la tierra durante la tormenta. La actitud sin preparación será solo actitud.

Las caídas son tropiezos si te levantas.
Los tropiezos son enseñanzas si aprendes de ellos.
Los malos pasos enseñan.
Los buenos pasos certifican.
Los pasos nunca dados no hacen ni lo uno ni lo otro. 

El tiempo pasa y los problemas se doblegan ante la actitud. Durante el reto, la actitud no debe de doblegarse nunca ante los problemas.
El desequilibrio siempre es pasajero mientras que el equilibrio es el que tiende a ser eterno. El equilibrio es tendencia del Universo. El caos es sólo un paso previo al equilibrio.

“Puedo respirar, estoy contento por esta primera parte.”

Hay problemas grandes y retos pequeños. Hay situaciones simples donde está en riesgo la posesión de algo como una casa, el trabajo o un automóvil. Todas estas son recuperables.
Hay otros momentos en donde el problema es mayor y ves a la muerte de cerca o tienes que sostener o apoyar a un familiar enfermo. Esos son momento difíciles.

Independientemente del grado o intensidad del problema que enfrentemos siempre habrá un motivo por el cual agradecer. Puedo respirar y ese ya es un primer paso para agradecer. Puedo escuchar cantar las aves eso es otro gran motivo para agradecer. Puedo sentir mi mano moverse, puedo ver  los colores brillar y eso es mayor motivo para comenzar un día con felicidad.

Hay problemas en el mundo pero el mundo no es todos los problemas. De la manera como quieras ver tu mundo, el mundo se pintará de esa manera.

El mundo es una sensación.
La sensación son los sentidos.
Los sentidos son información.
La información es solo percepción.
La percepción solo percepción es.

Podemos pintar el mundo de los colores que deseamos. Nada nos impide eso. El sol puede ser más brillante si deseamos que sea más brillante. Podemos estar en abundancia si lo que queremos es poco. Siempre nos sobrará algo cuando no queramos nada. Siempre nos faltará algo cuando deseemos todo. Hasta los colores más hermosos pueden brillar intensos de noche.
 
Viendo el mundo con un prisma positivo, con actitud proactiva es un paso para ser feliz y obtener lo que deseas. Mira todo con mente positiva y el universo se encargará de darte todo lo que deseas. El universo es eterno y abundante y nada falta en el universo pues lo es todo.

Una persona agradecida tiene su mente en positivo. Agradecer por lo que tenemos es sentirnos felices. Sentirnos felices es vibrar positivamente. Vibrar positivamente atrae lo bueno hacia nosotros. Todos nacemos con alas pero nuestra tarea es aprender a usarlas y volar.

Es un círculo virtuoso de la felicidad es el estar satisfecho con lo que se tiene y la llave de arranque es agradecimiento. Se puede desear más de lo que se tiene pero nunca se debe de ser infeliz por no haberlo obtenido. La posibilidad no debe de convertirse en carga. La posibilidad debe de convertirse en alegría de estar ya en camino.


 Una de las formas más fáciles de cambiar tu actitud es tener conciencia de lo que piensas. Háblate en voz alta sin hacer juicios de probabilidades ni de valor: ¡Este día va a ser excelente! ¡Yo soy el mejor en lo que hago!  ¡Tengo muchas personas que me quieren! ¡Me encanta ayudar a otras personas! ¡Me encanta hacer el bien y ser amigo de todos! Dilo en voz alta, sin miedo, repítelo hasta que la parte inconsciente lo escuche. Debe quedar grabado ahí para ser parte de ti. Repítelo tantas veces como sea necesario. La actitud es una forma de enfrentar algo y eso está sólo en tu voluntad.

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